No me pregunten por qué, pero nunca he sido gran fan de JS. Hay algo que siempre me ha dado mala espina. Antes, trataba de sacarle la vuelta, siempre tener fallbacks a procesamiento server-side en lugar de depender de browser-side, tanto como me lo reclame la gente con quién trabajo.
Durante mi poca experiencia con esto de la programación, he ido aprendiendo lo importante que es tener un código limpio y fácil de entender. Yo soy pésimo para leer código, tanto así que llevo 3 días (y contando) buscando un bug y soy incapaz de encontrarlo; estoy seriamente considerando volverme jardinero.
Empezó sin que me diera cuenta. Notaba diseños bonitos, y algo en mi cerebro los archivaba, y sin querer, fui desarrollando un ojo para eso. Me daba cuenta de composiciones de color, arreglos, espaciados, y principalmente, tipografía.
Hace un año, más o menos, leí un libro increíble de Ethan Marcotte llamado Responsive Web Design. Cambió por completo cómo veía el diseño en web. Creo que ya percibía el hecho de que cada vez nos estamos moviendo a un internet más móvil, pero no había imaginado las consecuencias de eso sobre el diseño.
Hay quienes dicen que el diseño no sirve de mucho. He encontrado muchos que comparten esa opinión. Para mí, los ejemplos del mal diseño son tan comunes que el argumento para hacer mejor diseño debería hacerse sólo. Pero no es así.