Jaime Rodas
Cocinero y diseñador en potencia. Ingeniero y procrastinador profesional.

El diseño moderno

2012-10-11

Hay quienes dicen que el diseño no sirve de mucho. He encontrado muchos que comparten esa opinión. Para mí, los ejemplos del mal diseño son tan comunes que el argumento para hacer mejor diseño debería hacerse sólo. Pero no es así.

Alguien ha usado todas las funciones que tiene su horno de microondas? Alguien pudo alguna vez programarle la hora a su videocasetera? Tienen la más remota idea de para qué sirven los botones de su lavadora? Tengo más, pero creo que la idea general se comunica.

El mal diseño es tan común entre nosotros que ya no lo notamos, no nos quejamos, es más, ni cuenta nos damos. Medio aprendemos a usar las cosas, al menos aprendemos a usar lo mínimo, y nos sentimos satisfechos con eso. Es triste que conforme más avanzamos, y tenemos acceso a tecnologías más sofisticadas, no las podemos integrar bien a nuestra manera de vivir porque nadie piensa cómo hacerlas fáciles de usar. Eso es diseño. El que algo se vea bonito es menos de la mitad del proceso, el resto, y en mi opinión lo más importante, es que sea fácil de usar.

Es nuestro trabajo como diseñadores e ingenieros el hacer las cosas usables. Es normal que la primera vez que sacamos un producto al público no esté al 100%. No es ideal, no es lo mejor, pero muchas veces sacrificamos algunas cosas para poder entregar los productos a tiempo. Es imperativo entonces el que nos preocupemos por seguir mejorando los productos. Aprender de nuestros errores, es (o debería de ser) uno de los pilares centrales de nuestra manera de trabajar.

Ahora, suficiente de quejas, regresemos a trabajar.

Para saber más del tema, lean esto: The Inmates are Running the Asylum